Las vegetaciones
¿QUÉ SON?
Las vegetaciones son unas glándulas que se encuentran en la parte posterior de la nariz, justamente por detrás del paladar y de la campanilla.
El principal inconveniente de las vegetaciones es que están situadas en la confluencia de la nariz, garganta y las dos trompas de Eustaquio, que son los dos conductos que dan ventilación a cada uno de los oídos. Cualquier inflamación de las vegetaciones obstruye la nariz, descarga mucosidad en la garganta y bloquea la ventilación de los oídos.
PRINCIPALES SÍNTOMAS
- Obstrucción nasal con abundante mucosidad. Impide que el niño pueda respirar por la nariz, provoca que tenga una voz gangosa, respire por la boca y, durante la noche, ronque al dormir y no descanse de manera adecuada.
- Abundante mucosidad en la garganta, provocando dificultades para tragar.
- Dolor de oídos y, en infecciones repetidas de las vegetaciones, puede producirse supuración de oídos. Las otitis de repetición pueden provocar la perforación del tímpano, haciendo que el oído en el niño no se desarrolle adecuadamente, convirtiéndose así en una otitis crónica.
Las adenoides inflamadas no pueden verse en una exploración normal, por lo que debemos estar atentos a sus posibles síntomas. Por ejemplo: si el niño habla como si tuviera la nariz tapada, si suele respirar por la boca, si presenta infecciones de oído frecuentes, mucosidad nasal y respiración ruidosa, voz gangosa, ronquidos y, en algunos casos, apnea nocturna (para de respirar durante unos pocos segundos mientras duerme).
EN EL COLE
Cuando nos percatamos de que algún alumno presenta muchos de los síntomas descritos anteriormente, solemos informar de lo observado a los tutores y a los familiares, por si se tratara de las adenoides inflamadas. Porque si no se tratan a tiempo, podemos encontrarnos con alumnado con dificultades de aprendizaje escolar. Por ejemplo: nos damos cuenta de que un alumno o alumna comete errores al escribir al dictado (no tanto en la copia), o tiene tendencia a realizar una lectura labial para poder discriminar una palabra de otra, o nos pide, con frecuencia, que le repitamos lo que le hemos dicho, o al articular sustituye un fonema por otro similar, etc.
¿QUÉ HACER?
Si llegamos a la conclusión de que nuestro hijo o hija presenta algunos de estos síntomas, es conveniente acudir al pediatra y explicarle lo observado. Él nos dará las pautas adecuadas para solucionar los problemas de salud y/o evitar posibles complicaciones.