(Extracto del artículo
escrito en autismodiario.org por Mauro Dangelo
Martinez)
En los chicos con TEA, podemos realizar actividades
muy amplias y concretas, para lograr un objetivo claro y planificado. Podemos
hacer desde natación, gimnasio, caminatas, actividades de estiramiento, etc,
pero esta variedad de ejercicios deben ser, siempre, planificados desde el
comienzo hasta el final para no fallar en su ejecución ni organización. Es
decir, debemos realizar un cronograma de la actividad estrictamente, para que
el terapeuta pueda manejar, paso a paso, cada uno de sus momentos. Recomiendo
siempre comenzar con la colocación de la ropa adecuada, y los preparativos que
harán a la actividad y la realización de la actividad propiamente dicha en el agua.
La realización de la actividad propiamente dicha
debe tener un segundo cronograma, donde se detallen las diferentes actividades
que el niño va a realizar, los materiales que va a utilizar y la organización,
incluyendo el guardado del mismo.
Esto es apenas un ejemplo de cómo podemos organizar
las actividades de un niño con Autismo que, seguramente, necesita una
estructura determinada. Con un cronograma como éste le facilitaremos la tarea
al profesional ya que le indicara qué realiza el niño y cómo. Además, le
servirá para cuando tengamos una visita al doctor, y nos pregunte ¿Qué
actividad realiza el niño? Este cronograma será una valiosa herramienta de
análisis. También sería muy útil trasladar este tipo de registro a las
Actividades de la Vida Diaria (AVD), denominando así a lo realizado desde que
el niño se levanta hasta que se acuesta.
Las actividades no siempre tienen que ser aburridas
o estrictas, pueden ser lúdicas (juego) y divertidas para el niño, después de
todo debemos pensar que el que debe realizar la tarea es el niño y puede o no,
resultarnos divertido a nosotros.
Como antes mencioné, previamente a idear una
actividad, debemos saber las capacidades del niño. Existen chicos con TEA, que
no pueden andar en bicicleta, por ejemplo, y otros que sí.
Siempre debemos adaptarnos al niño, y no buscar que
el niño logre algo que le es netamente difícil. Existe un principio fundamental
en la ejecución de las actividades que involucran al cuerpo y es importante que
se respete, LOS EJERCICIOS PLANIFICADOS SIEMPRE DEBEN IR DESDE LO MÁS SIMPLE
A LO MÁS COMPLEJO, es decir que comenzaremos con consignas básicas y
fáciles de entender, (podríamos estar meses con estos ejercicios); y luego ir
sumando exigencia física, siendo el niño nuestro indicador de aumento (por
medio de tests).
Los beneficios de la actividad física son muy
amplios, como por ejemplo:
▪
Elimina grasas y previene la obesidad
▪
Favorece el crecimiento
▪
Mejora el desarrollo muscular
▪
Aumenta la capacidad vital
▪
Combate el Stress
Estos son solo algunos de los tantos beneficios,
pero si pensamos en un niño con una patología determinada, con solo lograr uno
de ellos, estamos logrando mucho.
Luego tenemos otros beneficios que vienen
acompañados de la actividad física, algunos son:
▪
Relacionarse con el medio que los rodea
▪
Interacción social
▪
Sensibilidad corporal
▪
Canaliza la agresividad
▪
Favorece el autocontrol
Estos últimos dos, son de suma importancia para
regular la Autoagresión y Autoestimulación.
Para ir finalizando no puedo dejar de mencionar la
importancia de consultar al médico clínico y luego al especialista, para saber
si el niño se encuentra en condiciones de asumir un rol central dentro de la
actividad propuesta.