Cuando llevamos a cabo alguna prueba de expresión escrita y pedimos a algunos de nuestros alumnos que nos escriban un cuento que se sepan, nos encontramos respuestas tan sorprendentes (pocas, realmente) como: "no sé ninguno"o "en casa no tengo cuentos". Y si creen saber alguno, les faltan muchos datos y no son capaces de escribir apenas sobre el cuento elegido. Por ello, en clase, solemos leer algún cuento tradicional, de aventuras, de ciencia-ficción, de animales, fábulas, etc. para trabajar la lectura mecánica, la velocidad, la fluidez y la precisión lectoras, la comprensión, la expresión oral y escrita, la descripción, la ampliación de vocabulario, entre otras muchas cosas.
A continuación, os dejamos dos enlaces interesantes: